MAESTRO EPILA
¡En tiempos lejanos, en la antigua capilla de la antigua catedral, el precioso sarcófago tembló!; en fin tal vez… dos velas se apagaron! Todavía tembló y habló con tono cavernoso: << Maestro Epila. Maestro Epilaa. Me conteste de gracia: sé que podéis. Yo tengo que decir…que dar una noticia a Usted. Sensacional. ¡Los han tomados todos! Torturados. Nueve a la hoguera y dos suicidios… Maestro Epila, me siente?… si yo siento y hablo… un sarcófago… también un cadáver puede escuchar y hablar… pobre Maestro Epila…Grande honor para mí: custodiar un cadáver tan precioso me… pero… me perdone… por esto no quise que… que lo mataran, se entiende. ¡Cobardes! >>.
¡<< OòòH! ¡Brrrr! ¡Han pagado a mis asesinos para taparme la boca! Los he visto cuando me han apaleado y apuñalado al cuello mientras estuve rogando con mi Dios y Padre. He muerto en atroz agonía >>, vomitó el cadáver.
¡<< Sí, ochocientos florines! ¡han recibido los asesinos! Ocho asesinos. ¡Nueve a la hoguera y dos suicidios… trece en efigie sobre la hoguera y torturas con el tirón! Azotar. ¡Expoliaciones y confiscaciones! ¡Malditos! >>.
¡<< Tuvieron que torturarlos con el ratón! ¡Con el ratóooon! >>, castañeteó el cadáver.
¡<< Lo han hecho! >>.
¿<< De quién has recibido noticias? >>, de nuevo castañeteó el cadáver.
<< Del Notaro de la secreción y del Escribano general. Han hablado aquí. Justo aquí. En voz baja. En la capilla. ¡Se han arrodillado a… a mi, a Usted! Han rogado… me han acariciado… han ido fuera ahora. Maestro Epila, Usted no puede nada escuchar de fuera… mi tarea es tener Su precioso cadáver lejano de todo >>.
¿<< Tienes que decirme otro? Ahm, el Escribano general… >>.
<< No. Por ahora no. Nada >>.
¿<< Y… El Gran Inquisidor Tomás? >>.
<< No. Nunca venido >>.
<< Ay: nunca venidoo…Magnifico Prior… Gran Inquisidor de… sólo despiertame si tienes… Tengo un entumecimiento al cuerpo… me duermo. No me despiertas por ningún motivo… sólo si… >>.
<< Sí, Maestro Epila inquisidor Mayor… Sì. Así haré >>
<< Maestro Epila. ¡Maestro Epila… Maestro Epila, inquisidor Mayor ha sido beatificado! ¡Sí, beatificado! >>, habló con ansiedad el sarcófago.
¿<< Quién me ha beatificado? Qué pregunta estúpida te he hecho. Supe. Sí: fui servidor de la entera humanidad. ¡De la entera humanitàaad! >>.
¡<< Maestro Epila Santo! ¡Sí!, ahora Santo! ¡Usted ahora es Santo! ¡Cuánto bien ha dado a la humanidad! Venerado en todo el mundo! ¡Santo del Paraíso! >>.
¡Y el sarcófago hubo acabado de elogiar a San Maestro Epila, cuando el cielo estalló en relámpagos y truenos! ¡y luego negro carbón! ¡Gritos desesperádos y enloquecidos de terroríficos dolores rebosaron de las tumbas de los cementerios, de las fosas comúnes, de las hogueras todavía encendidas, de los lugares e instrumentos de torturas… Luego estallaron de la tierra vientos fuertes, los vidrios de la catedral temblaron, que empujaron la desesperación de los inocentes en la capilla de la catedral!
¡<< Sí!, todos muertos! ¡Por fin todos muertos!; Yo Santòoo! >>